Campeonato de Adiestramiento de Perros de la Fuerzas Armadas
Del 19 al 23 de noviembre ha tenido lugar, en el Centro de Adiestramiento
de la Guardia Civil de El Pardo, el XXV Campeonato Nacional Militar de
Adiestradores de Perros. El campeonato, con 108 representantes de la Guardia
Civil, Guardia Real, Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, el Órgano
Central de la Defensa y la Unidad Militar de Emergencias, ha sido organizado
por el Servicio Cinológico y Remonta de la Guardia Civil, con la colaboración
de la Guardia Real.
El campeonato, enmarcado en el Plan de Actividades del Consejo Superior de
Educación física y Deportes de las Fuerzas Armadas, nace con el espíritu de que
cada cuerpo de seguridad del Estado demuestre que dispone de los mejores perros
y adiestradores. Para ello la competición se ha dividido en cinco categorías:
patrulla, rescate, detección de drogas, detección de explosivos y la exigente
prueba de canicross.
Pruebas duras para perros y adiestradores.
Los participantes demostraron sus habilidades en diferentes ejercicios en
los que, bajo la supervisión de un jurado, tuvieron que hacer frente a
situaciones a las que deben enfrentarse en el día a día. Las actuaciones fueron
valoradas mediante un sistema de puntos y penalizaciones, buscando en a los
participantes la perfección. Con la tensión, los nervios y la dificultad de las
pruebas, los competidores tuvieron que enfrentarse a las duras condiciones
climatológicas de montaña, que iban desde una intensa niebla por las mañana a
momentos de calor al medidia.
Las pruebas se desarrollaron de forma simultánea, a excepción del
canicross, a la que se dedicó una tarde en exclusiva. Los participantes
tuvieron que participar en diferentes pruebas de localización y detección de
sustancias. En ellas debían localizar y encontrar explosivos y drogas
camufladas en coches, maletas tanto en un edificio como al aire libre, con la
dificultad de utilizar "olores señuelo" como vainilla, pimentón,
manzanilla o mostaza, utilizados para confundir a los perros en su labor.
Los canes también tuvieron que demostrar su iniciativa e independencia para
trabajar en solitario. Entre las pruebas que afrontaron se encuentran la
localización y detención de personas en campo abierto y edificios, ambas sin
ayuda de su monitor. La prueba más impresionante de rescate se desarrolló en la
provincia de Cuenca, donde se recreó el escenario de un terremoto, donde se
debía localizar a dos víctimas. La ganadora de este ejercicio fue la Unidad
Militar de Emergencias (UME).
Sin embargo una de las pruebas más exigentes fue la de obediencia. A pesar
de ser menos espectacular requería una ejecución perfecta. Cada fallo restaba
puntos a los participantes.
Canicross, perro y adiestrador como equipo.
Las pruebas finalizaron el jueves con el canicross, una carrera en campo
abierto de casi 10 km. Durante el recorrido los participantes tuvieron que
superar pruebas físicas, cruzar ríos, subir colinas, cagar con su perro en
brazos, en carretilla y realizar pruebas de tiro.
La dificultad de este ejercicio no consiste solo en la distancia a
recorrer, sino que influye mas la compenetración entre perro y su adiestrador.
El perro debía seguir el ritmo de su entrenador, y el entrenador debía motivar
al perro durante el recorrido y asegurarse de que efectuara las pruebas correctamente. Cada fallo
detectado por los jueces añadía minutos al tiempo del participante, siendo el
ganador quien completaba el recorrido en el menor tiempo.
La ceremonia de clausura se celebró el viernes 23 de noviembre, en las
Instalaciones del Servicio Cinológico de la Guardia Civil en El Pardo. En ella
se entregaron los premios a los concursantes, por equipos e individuales para
los tres primeros clasificados en cada prueba.